Cada uno de nosotros realizamos una actividad diferente, unos estaban recibiendo a los alumnos de cada colegio que llegaban en el atobús y les explicaban como iba a ser la competición, otros estábamos en la salida, otros por el circuito de la competición por si los participantes necesitaban ayuda, y otro grupo en la meta.
Yo estaba en la salida, donde colocábamos a los niños por el orden de salida que nos habían entregado, ibamos llamando a los niños y los separábamos de 4 en 4, ya que de cada cierto tiempo salían 4 niños , les dábamos el mapa y les explicabamos si no entendían donde estaban situados.
Al principio empezamos mi compañero Esteban y yo solos en la salida, pero luego tubimos que pedir ayuda, ya que los niños venían muy alborotados y era difícil darlos colocados a todos nosotros dos solos, les borrabamos la información al chip que pasaban por las balizas (ya que tenían la información de las balizas de la carrera anterior) y los comprobabamos.
Fue fácil gracias a la ayuda de los organizadores que estaban con nosotros en la salida y su gran paciencia para ayudarnos y explicarnos las cosas las veces que hiciera falta, y nos hecharon constantemente una mano en todo. Fueron muy atentos con nosotros.
Fue una experiencia muy buena e inolvidable, muy enrriquicedora ya que podimos aprender desde dentro como se organiza una carrera de orientación y para muchos de nosotros ha sido la primera toma de contacto con esta modalidad de las carreras ,ya que aprendimos muchas cosas nuevas fuera del ámbito escolar del día a día que yo repetiría más veces.
